domingo, 10 de enero de 2010

Charlie

Mi padre, el jefe de policía Swan como lo llamaban algunos, era el que cuidaba la ciudad. Todas las mañanas salía temprano a trabajar y volvía de noche, por lo que Reneé y yo estábamos todo el día solas en casa.
Las vacaciones no habían terminado, y pronto debería empezar el instituto en La Push. Ya había ido años anteriores, y no era la chica nueva. Pero Jake sí, ya que era menor que yo y comenzaría ese año. Sería divertido enseñarle el instituto y verlo en la cafetería al medio día.
Con mi madre solíamos quedarnos en casa mirando películas o ir de Shopping, y algunas veces yo iba con mis amigos a la playa y ella quedaba sola.

Ya me había despertado y estaba feliz de que ese sea el día en que volvería a casa. No muchas veces en mi vida me había encontrado en el hospital, pero no era nada lindo.
Me desperté nuevamente con Jacob tomado de mi mano, pero esta vez sí estaba despierto. Llegó el médico y Jake me dejó sola con él.
- Es tu novio? –preguntó sonriente-
- No! –grité con cara de horror- Es mi amigo.
- Ah, lo siento. Bueno Bella, te sientes mejor?
- Si.
- Te duele algo?
- No.
- Puedes responder alguna pregunta no monosilábicamente? –rió-
- Si –agregué uniéndome a sus risas-
- Ya puedes irte a casa. Se te nota mucho mejor, igualmente debes hacer reposo por un día y cuidar que lo que comas no te raspe la garganta, ¿entendido?
- Si señor –sonreí-
- Te dejaré sola para que te cambies, afuera están tus padres igualmente.
- Gracias.
Se fue y rápidamente me saqué el camisón y me puse una remera y unos vaqueros que se encontraban en el sillón donde anteriormente estaba mi amigo. Salí de la habitación cuanto antes.
- Bella! –dijo mi padre y corrió a abrazarme- Te sientes bien?
- Si papa.
- Hija, ya puedes ir a casa? –Agregó Reneé-
- Me acaban de dar el alta –sonreí-
- Puedo acompañarlos? –Preguntó Jake que se encontraba atrás de mis padres-
- Claro –sonrió Charlie. El y Billy, el padre de Jacob, eran muy amigos y se conocían de hacía mucho tiempo-
- Gracias jefe Swan.
- Anda Jake –le dio un empujón en el brazo- Sabes que puedes decirme Charlie.
Nos subimos todos al coche patrulla, cosa que no me agradaba nada hacer. No era agradable ir en un auto azul con luces de colores en el techo.
En cuanto llegamos a mi casa, mis padres me mandaron a recostarme a mi habitación. Jake me ayudó a subir las escaleras minuciosamente ya que ninguno entendía que estaba realmente mejor. Me llevó un vaso de agua, y me dio todas las comodidades que podía tener. Era mi mejor amigo, y amaba cuando hacia esas cosas y se preocupaba por mi.
De repente un recuerdo vino a mi cabeza. No era malo y bueno, era curioso. Recordé antes de tirarme al acantilado, cuando mis amigos habían llegado y alguien le había preguntado a Jacob si me iba a decir la verdad.
- Jake –dije incorporándome en la cama-
- Que sucede?
- Cual era la verdad que tenías que decirme? –le pregunté. Dudaba que me dijera la verdad-
- Oh eso Bella, lo descubriste –bajó la cabeza triste-
- Si lo descubrí. Que me estas ocultando?
- Era...Era una sorpresa Bells. Que quería hacerte este año para tu cumpleaños. No quiero decirte y los muchachos me decían que te cuente, pero prefiero que siga siendo secreto –explicó-.
- Oh –dije. Que estúpida era, yo que creía que me estaba ocultando algo- Gracias Jake.
- Que creías que era?
- Nada. Simplemente tenia curiosidad, no había sacado conjeturas –mentí-
Los pocos días que debía continuar en reposo se pasaron muy rápido. Había estado todo el tiempo con mi mejor amigo, y con el no hacia otra cosa que reírme y pasarla bien. El poco dolor que me quedaba y la sequedad en la garganta fueron desapareciendo rápidamente y en pocos días ya estaba igual que siempre.
Me levanté temprano, todavía estaba de vacaciones y era verano. Mis padres estaban desayunando, y al lado de ellos se encontraba mi desayuno. Me acerqué a la mesa agradeciéndoles, y comí mi omelet rápido.
- Bella –dijo Charlie- tenemos que hacer unos cambios –explicó-
- Que sucede? –pregunté-
- Mira, aquí no pasan muchas cosas por lo que mi empleo no es muy solicitado.
- Y?
- Entonces, me han dado un ascenso –explicó-
- Genial papá! –sonreí-
- Pero el ascenso no es acá. Nos vamos a mudar –agregó Reneé-
- Como que no? –me quede boquiabierta-
- Es en Forks.
Esto debía ser un sueño. Intenté pellizcarme para ver si lo era, pero parecía que no. No quería irme de La Push, era una de las mejores ciudades y además justamente mudarme a Forks? El lugar más frío y denso de toda la Península Olympic?
- Como que a Forks?
- Si Bella, se que no te gusta mucho ese lugar. Pero es por trabajo, además necesitamos el aumento que le darán a Charlie –dijo mi madre-
- No me gusta mucho? Nada me gusta! No puede ser en otra parte?
- No Bella, ya está decidido.
Salí corriendo de la casa y fui al único lugar donde recibiría apoyo y tampoco les gustaría mucho esa idea. Irme de mis amigos, de Jake, de la playa… para irme a Forks! Bosques, frío, oscuridad, gente nueva.
Llegué a la casa de los Black muy rápido y me senté en el umbral de la puerta con lágrimas en los ojos.
- Bella? –Gritó Jacob-
- Aquí estoy –respondí secándome las lágrimas-
- Que sucede Bells! –gritó al verme llorando-
- Jake, mis padres quieren mudarse. A Forks! –lo abracé-
- Como? Por qué? –Preguntó incrédulo-
- Por trabajo. Charlie ha conseguido un ascenso –dije aún en sus brazos- No te veré más.
- Puedo bajar a Forks, pero no será lo mismo sin ti La Push, Bella.
- Y mi vida no será lo mismo sin ustedes.
- Cuando te vas? –Preguntó mi amigo secándome las lágrimas-
- No lo se. Seguro pronto.
- Bueno tranquila, aprovecharemos todos juntos el tiempo que te queda acá. Te haremos una fiesta, y no nos separaremos –me animó. Era el mejor amigo que podía tener jamás-
- Gracias Jake, te quiero.
- Yo también.
Jacob me había prometido hacer una fiesta para mi despedida la noche siguiente ya que no sabíamos exactamente cuando nos mudaríamos a Forks y era mejor hacerlo antes, que hacerlo después.
La noche y la mañana se pararon muy rápidas. Había estado pensando todo el día en lo increíble que sería la fiesta. No me apetecía irme, pero el hecho de tener una fiesta me hacia pensar en otras cosas mas que en Forks, frío, etc. Los festejos no eran mi fuerte, aunque en especial ese, servía para despejarme y saludar a mis amigos, los cuales no vería tan seguido como antes.
A la hora del crepúsculo había aparecido Emily en mi casa, con dos cajas y algunas bolsas. Subimos las escaleras hacia mi cuarto, donde dejamos todo lo que llevábamos en las manos.
- Bella, no podré ir a tu fiesta. Tenemos planeada una salida esta noche con Sam desde hace bastante tiempo. –explicó-
- No importa Emily –respondí algo triste- Antes de irme te veré. –
- He traído vestidos para las dos, así estamos lindas –sonrió y yo bufé-
- Lo que mas me gusta –dije irónicamente-
Había elegido para mi un vestido color rojo, con pequeñas tiras, un poco mas largo de las rodillas y con una faja blanca; unos tacos rojos que a escondidas sustituí por zapatillas del mismo color, y unas hebillas para el pelo.
Ella se puso un vestido dorado sin tiras, largo y con volados.
- Tenías que agregarle un estilo “a lo Bella” –reímos mientras señalaba mis zapatillas-
- Sabes que los tacos no son lo mío –reí-
Me até el cabello en un rodete y Emily había agregado unos mechones ondulados que caían en mi cara. Ella se hizo algo similar, pero con el cabello suelto y se había maquillado la cara.
- Estas hermosa –gritó al verme lista-
- Tú también –sonreí amablemente. Y era cierto, todas las cortaduras que tenía en la cara (que a propósito, nunca me había enterado de cómo habían aparecido) ya no se notaban-
Bajamos las escaleras y llegamos a la cocina, donde se encontraban mis padres.
- Están hermosas las dos! Tan bellas! –gritó mi madre besándonos a ambas-
- Gracias mamá. Ya debemos irnos.
- Van a un baile? –agregó Charlie antes de que lográramos escapar-
- No! –Cerré la puerta de la casa con un fuerte estruendo- Adiós, más tarde vuelvo –grité para que me escucharan-
Me despedí de Emily, que se subió a su coche y luego me fui caminando hacia la casa de Jake. Era una noche maravillosa, por lo que ir en auto sería desperdiciarla. No hacía frío, aunque una hermosa brisa cortaba el calor intenso de la ciudad y de la tarde y la luna llena se encontraba justo en la mitad del cielo.
- Noche de hombres lobo –reí para mis adentros al recordar el mito que me habían enseñado años atrás en la escuela-
En unos minutos llegue a la casa de los Black. Estaban todas las luces prendidas y se oía la música un poco más fuerte que las charlas de mis amigos.
Me encaminé a paso más rápido hacia la puerta esperando ver a los chicos de la manada divirtiéndose, y toqué la puerta de la casa de mi amigo.
- Bella! –me abrazó Jake en cuanto abrió la puerta- Que hermosa estas! –me sonrojé-
Pero no era así. No solo estaban los chicos de la manada, sino que también estaban mis compañeros del instituto; Marie, Nicole, Alison, Peter, Jackson, Jason y algunos que sus nombres no recordaba bien. Todos estaban vestidos de camisas y pantalones de vestir, y las chicas llevaban puestos vestidos elegantes.
- No es mi casamiento! –Reí al ver sus ropas-
La casa también estaba muy linda. La habían decorado con algunas luces de colores, telas en el techo y flores esparcidas por doquier.
Pasé por donde se encontraba cada uno saludándolos. A los del instituto no los había visto desde que habían terminado las clases.
- Como te sientes? –Preguntó Paul- Jacob nos contó como te ha ido en el hospital. Nosotros hemos ido a verte, pero aún estabas dormida!
- Bien, gracias. Me siento mucho mejor.
- Bueno, ahora que llego la principal ¡que empiece la fiesta! –dijo Jake y puso la música a todo volumen. Bufé-
- Como estás Bells? Hace mucho que no te veía –dijo Jason acercándose a mí-
- Bien, gracias. ¿Has viajado estas vacaciones?
- Si. Hemos ido con mis padres a Madrid. Es muy hermoso!
- Genial.
- Quieres bailar? –preguntó-
- No gracias, iré a comer algo –me acerqué a la mesa con comida y agarré unas patatas fritas-
- Y Emily? –Preguntó Seth-
- Ha ido a cenar con Sam –dije-
- Que raro Sam saliendo! –rieron-
La pasé muy bien en la fiesta. Después de todo había logrado no bailar, aunque tuve que rechazar muchas ofertas.
- Dale Bella, es tu fiesta y no bailaras! –decía Leah cada vez que rechazaba la invitación de alguien-
Estuvimos allí aproximadamente dos horas. Había logrado escabullirme unos minutos, cuando fui a saludar a Billy y me quedé conversando con él.
Cuando todo terminó, me despedí de mis compañeros de instituto, a los cuales no vería más en él y Leah y yo nos quedamos ayudando a Jake ordenando el desorden que había quedado.
- Bueno, creo que ya es tarde. Adiós Bella, espero volver a verte antes de tu partida –me besó en la mejilla Leah- Adiós Jake!
- Ya te vas? –preguntó Jacob-
- Si. Es tarde, y mañana debo empezar a empacar –baje la cabeza-
- Es realmente una pena que te vayas. Te extrañaré mucho.
- También yo.
- Quieres que te acompañe hasta tu casa?
- Queda muy cerca, puedo ir sola.
- Solo por si acaso –esbozó una sonrisa a la cual no se le podía decir que no-
- Está bien. Gracias Jake, fue una fiesta muy linda.
Salimos de la casa, y estaba algo fresco. Jake se sacó su cazadora y la puso en mis hombros.
- Te va a..
- No tengo frío –sonrió sin dejarme terminar la frase-
Pasamos por la playa, y decidimos sentarnos un rato en la arena. La única luz provenía de la luna, que estaba más hermosa que cuando salí de mi casa.
- Es hermosa… -dijo Jake recostándose en la arena y mirando al cielo-
- Si, increíble.
- Igual que tú –susurró y me quedé paralizada… Jacob romántico?-
- Gracias. Tu no estás nada mal esta noche –reí al recostarme a su lado y echarle una ojeada as su camisa-
- Nunca estaré a tu nivel..
No sabía que contestarle. Ahora que pensaba, algunas veces había tenido algunas indirectas de parte de mi amigo, pero que no las había captado. Jacob Black, mi mejor amigo enamorado de mi?
- Jake, tu.. –no sabía como decírselo-
- Si Bella… Nunca te has dado cuenta? –largo una risita-
- De qué? –me hice la estúpida-
- Bella.. –se sentó y yo me erguí al mismo tiempo que él-
Tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos. Solamente quería ir a casa y huir de ahí. No quería arruinar mi amistad con Jake, ni quería herir sus sentimientos.
- Estoy enamorado de ti desde que somos pequeños… Nunca me he atrevido a decírtelo por miedo a arruinar nuestra amistad, pero ahora que te vas siento que contigo te llevarás una parte de mí. Te necesito conmigo Bella –acercó su cabeza a la mía con cuidado-
- Jake no! –dije pero no llegué a tiempo. De un solo paso separó la distancia que había entre nosotros y sus labios chocaron suavemente contra los míos.

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